13 de diciembre de 2012

Adrián nos cuenta...

             La sábana telepática sin nombre

La madre de Jaimito compró una sábana muy cara y le dijo  que la cuidara, que era muy cara. Entonces él la probó.
Entonces se oyó una voz.
-Como pesaaaaaa. Levántate niño que pesas mucho.
-¿Quién ha dicho eso?
-He sido yo la sábana  sin nombre .
-¿Y por qué no tienes nombre?
-Porque soy una sábana normal.
-Tú no eres normal, te estás comunicando conmigo telepáticamente.
- ¿Pero eso no lo hacen todas las sábanas?
-No, eres la primera sábana telepática de todo el universo.
-Vaaaayaaaa  ¿y eso es bueno?
-Sí, es genial ¿quieres ser mi mejor amigo para siempre?
-Sí, nunca he tenido un amigo y mucho menos un mejor amigo.
-Vale, pues te pondremos un nombre ¿qué te parece si te llamas Telesabi?
-Pues me parece genial, es un nombre perfecto.
-Pues decidido te llamarás Telesabi.
Y así la sábana tuvo nombre y Jaimito hizo un nuevo amigo bueno, más bien un grandísimo amigo, pero todos envejecemos y después de unos años Telesabi ya no servía, entonces su madre la cogió y cuando iba a tirarla vio a Jaimito salir corriendo hacia ella y le dijo él:
-¡No la tires mamá ,guardémosla en algún sitio, pero por favor no la tires que es mi amigo!
La madre lo vio tan triste que fueron a casa y la guardaron en su armario, junto a su ropa para que pudiese verla cuando fuese a coger la ropa. Y así Telesabi y Jaimito estuvieron juntos para siempre.
   
                                                               Adrián Cárceles Sierra     

1 comentario:

Laura Bolaños dijo...

Un cuento muy bonito, aunque algo extraño... ¿un niño que se comunica telepáticamente con una sábana? Raro pero divertido.