21 de diciembre de 2012

Una historia fantástica de Silvia

                                    EL  BOSQUE MÁGICO
 Salimos temprano el sábado por la mañana. El padre de Ana nos llevó en su coche a la casita que tenía en el bosque, en compañía de Paula, Laura, Andrea, Raquel, la hermana mayor de Ana, y yo. Iba a ser un fin de semana fantástico.
Cuando llegamos soltamos el equipaje corriendo, estábamos impacientes por ir a ver el bosque. Preparamos las mochilas y los bocadillos y nos pusimos en marcha. Íbamos recogiendo  setas  de muchos colores. No parecían reales, eran muy raras y las pusimos en una cesta. Cuando caminábamos las ramas parecía que nos querían tocar ¡y olían a chocolate!
-¡Que raro!-Dijo Ana-¡Vamos a probarlas!
-¡Vaya si es chocolate de verdad! ¡Y las hojas saben a algodón de azúcar!
Todas disfrutamos de lo que nos ofrecía este bosque mágico. Al rato, nos sentamos al lado de un riachuelo para comer. Después notamos como si alguien se estuviese riendo, las risas venían de la cesta.
¡Eran las setas que se estaban riendo!
No podíamos creer lo que nos estaba pasando. Al rato empezaron a salir del riachuelo montones y montones de ranas con alas porque podían volar. ¡Estábamos en un bosque encantado!
Entonces decidimos volver a la casita antes de que se hiciese de noche porque con la llegada de la oscuridad no sabíamos que cosas podían pasar.

            Silvia Fructuoso

2 comentarios:

andrea garcia lozano dijo...

silvia me ha gustado mucho encima pones nuestros nombres.

Antoné, tio de Andrea GL dijo...

Muy chulo, Silvia. Se ve que tienes mucha imaginación.