EL
MURO GELATINOSO
Había una vez una
ciudad muy lejana que tenía una cualidad, era la única
ciudad de los alrededores que no bebían agua,
si no leche de perro. Esto pasaba porque un muro que era un egoísta no dejaba a
la gente poder beber agua porque decía que el agua era solo suya.
- ¡Este agua es solo
mía!
- Todos los de la
ciudad necesitamos agua.
Entonces un mago que
vivía en la ciudad de al lado decidió ayudarlos y dijo enfrente al muro:
- ¡PATATÍN
PATATÁN EN GELATINA TE CONVERTIRÁS!
El muro muy triste se veía
reflejado en el resplandor del agua como se ondulaban sus ladrillos
gelatinosos. Por fin las familias pudieron en 10 años beber agua limpia y pura,
y no leche de perro. Un niño bastante enfermo cuando la bebió dijo:
- Mama, ¿cuando fue la última
vez que bebí agua limpia?
- No lo se, hace tanto
tiempo que ya no lo recuerdo.
Uno de los ciudadanos
dijo:
- Si él ha sido tan cruel
con nosotros, vamos a ser crueles con él, comámonoslo y así ya no nos
estorbará.
Al cabo de un rato ya
se lo habían comido y la paz volvió a reinar en la ciudad.
Enrique Anselmo.
1 comentario:
Es muy bonito pero los ciudadanos no debían haberse comido al muro gelatinoso y si la gelatina se hubiese convertido en ladrillos mientras se lo estaban comiendo.
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