EL BOSQUE MÁGICO
Salimos temprano el sábado por la mañana. El padre de Ana nos
llevó en su coche a la casita que tenía en el bosque, en compañía de Paula, Laura,
Andrea, Raquel, la hermana mayor de Ana, y yo. Iba a ser un fin de semana
fantástico.
Cuando llegamos soltamos el equipaje corriendo, estábamos
impacientes por ir a ver el bosque. Preparamos las mochilas y los bocadillos y
nos pusimos en marcha. Íbamos recogiendo setas de muchos colores. No parecían
reales, eran muy raras y las pusimos en una cesta. Cuando caminábamos las ramas
parecía que nos querían tocar ¡y olían a chocolate!
-¡Que raro!-Dijo Ana-¡Vamos a probarlas!
-¡Vaya si es chocolate de verdad! ¡Y las hojas saben a
algodón de azúcar!
Todas disfrutamos de lo que nos ofrecía este bosque mágico. Al
rato, nos sentamos al lado de un riachuelo para comer. Después notamos como si
alguien se estuviese riendo, las risas venían de la cesta.
¡Eran las setas que se estaban riendo!
No podíamos creer lo que nos estaba pasando. Al rato
empezaron a salir del riachuelo montones y montones de ranas con alas porque
podían volar. ¡Estábamos en un bosque encantado!
Entonces decidimos volver a la casita antes de que se
hiciese de noche porque con la llegada de la oscuridad no sabíamos que cosas
podían pasar.
Silvia
Fructuoso
2 comentarios:
silvia me ha gustado mucho encima pones nuestros nombres.
Muy chulo, Silvia. Se ve que tienes mucha imaginación.
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