La sábana telepática sin nombre
La madre de Jaimito compró una sábana muy cara y le dijo que la cuidara, que era muy cara. Entonces él
la probó.
Entonces se oyó una voz.
-Como pesaaaaaa. Levántate niño que pesas mucho.
-¿Quién ha dicho eso?
-He sido yo la sábana
sin nombre .
-¿Y por qué no tienes nombre?
-Porque soy una sábana normal.
-Tú no eres normal, te estás comunicando conmigo
telepáticamente.
- ¿Pero eso no lo hacen todas las sábanas?
-No, eres la primera sábana telepática de todo el universo.
-Vaaaayaaaa ¿y eso es
bueno?
-Sí, es genial ¿quieres ser mi mejor amigo para siempre?
-Sí, nunca he tenido un amigo y mucho menos un mejor amigo.
-Vale, pues te pondremos un nombre ¿qué te parece si te
llamas Telesabi?
-Pues me parece genial, es un nombre perfecto.
-Pues decidido te llamarás Telesabi.
Y así la sábana tuvo nombre y Jaimito hizo un nuevo amigo
bueno, más bien un grandísimo amigo, pero todos envejecemos y después de unos
años Telesabi ya no servía, entonces su madre la cogió y cuando iba a tirarla
vio a Jaimito salir corriendo hacia ella y le dijo él:
-¡No la tires mamá ,guardémosla en algún sitio, pero por favor
no la tires que es mi amigo!
La madre lo vio tan triste que fueron a casa y la guardaron
en su armario, junto a su ropa para que pudiese verla cuando fuese a coger la
ropa. Y así Telesabi y Jaimito estuvieron juntos para siempre.
Adrián Cárceles Sierra
1 comentario:
Un cuento muy bonito, aunque algo extraño... ¿un niño que se comunica telepáticamente con una sábana? Raro pero divertido.
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